La décima sesión del Taller de Pensamiento Filosófico, realizada por videoconferencia online, abordamos un tema muy actual a través de dos textos que nos propone Lucía. Los leemos y tras una breve reflexión los participantes exponen sus preguntas filosóficas:
- ¿Se genera más terrorismo cuando se responde al terrorismo verbal?
- ¿Volveremos al lenguaje no verbal?
- ¿Qué invalida el terrorismo de un país pobre y sin embargo justifica la guerra de un país fuerte? ¿Cuál es la diferencia entre guerra y terrorismo?
- ¿Hay algo más allá del lenguaje en el ser humano?
- ¿Si el pensamiento está corrompido por la mentira o por la neolengua, sería lo irracional una alternativa válida o necesaria?
- ¿El lenguaje condiciona nuestros pensamientos? ¿Y nuestros sentimientos?
- ¿La intención de la palabra aún no dicha, aún sin nombrarla, tiene la capacidad de ser terrorista? ¿Una intención puede ser terrorista sin que llegue a materializarse en un acto?
- ¿Cómo influye el lenguaje en nuestra capacidad de pensar? ¿Qué relación hay entre pensamiento y lenguaje?
- ¿Construye el lenguaje la realidad?
- ¿Quién tiene potestad para cambiar la lengua?
- ¿La tecnología hace que la mentira sea más peligrosa?
- ¿Si la etimología del terrorismo viene a significar doctrina del terror-miedo no serían los sistemas sociales bajo los que nos organizamos que cultivan en sus ciudadanos todo tipo de miedos, terroristas para los mismos integrantes?
- ¿Se puede expresar siempre el pensamiento con el lenguaje o a veces se queda corto?
- ¿Las nuevas tecnologías están fomentando este acto de podar la lengua, nuestro vehículo de pensamiento y expresión? ¿Existen intereses maquiavélicos?
Decidimos intentar responder a las preguntas que relacionan pensamiento, lenguaje y realidad: ¿Hay algo más allá del lenguaje en el ser humano? ¿El lenguaje construye realidad?
¿Sólo las cosas que tienen un nombre son reales para nosotros? Lucía nos sugiere esta reflexión.
Nombrar define conceptos, lo que no se nombra no existe pero cuando lo nombramos lo traemos a la existencia, otra participante sugiere que en realidad de algún modo lo re-conocemos, le damos cuerpo, pero existencia tiene aunque nosotros no lo conozcamos. Lucía nos comenta que este último punto de vista es muy realista, en cambio el punto de vista de que si no lo nombramos no existe sería muy idealista.
Otra persona dice que cómo percibimos depende del nombre y eso crea realidad. La palabra funda la estructura de la mente, la realidad es simbólica. Cómo se aluda a un concepto o hecho puede modificar la percepción que tengamos del mismo.
Siempre que sale el tema del lenguaje, la realidad, la capacidad simbólica y la percepción recomiendo la historia de Helen Keller y su profesora Anne Sullivan. Continuar leyendo