La espera

La concepción griega del tiempo es circular, como eterna repetición de ciclos naturales que retornan con esperable regularidad.
Para el cristianismo la creación del mundo inicia el tiempo, que transcurre linealmente, pues cada instante es único e irrepetible y está orientado hacia un final, por lo que cobra sentido como un estar a la espera del cumplimiento de una promesa de salvación.
La Modernidad con su confianza en el progreso mantendrá esta linealidad del tiempo, pero secularizada, como sucesión de momentos encaminados a una esperada transformación y mejora del mundo.
San Agustín, además de poner de manifiesto la dificultad de definir el tiempo (sabemos lo que es pero si se nos pregunta no sabemos explicarlo) rechaza que haya tres tiempos: pasado-presente-futuro. Nos propone que más bien hay un presente de las cosas pasadas, la memoria; un presente de las cosas presentes, la percepción; y un presente de las cosas futuras, la espera.
En la filosofía existencialista contemporánea, nuestra peculiar constitución como seres abiertos nos hace proyecto, posibilidad que ha de realizarse, existencia a la espera de definir su esencia.

Para Juan de Mairena vivir es devorar tiempo: esperar; y por muy trascendente que quiera
ser nuestra espera, siempre será espera de seguir esperando…
La espera…
¿Es el tiempo del tedio y el aburrimiento?
¿Un tiempo robado a nuestro tiempo medido, programado, acelerado?
¿Un tiempo de aprendizaje?
¿Es la espera el tiempo que nos permite tomar conciencia del tiempo que somos?

El resumen de esta sesión tan interesante ya lo podéis leer aquí.

Y para quienes quieran indagar un poco más en este tema del tiempo y la espera podéis consultar la bibliografía.

Azucena Crespo Díaz

 

Risa y sentido del humor

Muchos autores se han ocupado de este tema: Platón, Aristóteles, Hobbes, Kant, Schopenhauer, entre otros, aunque muchas veces lo hayan hecho con desdén.

Platón entendía la risa como un vicio que merma el poder de la mente sobre el cuerpo.

En tanto que mueca de fealdad bien podemos reconocer que en muchos casos deforma el rostro y desarticula la voz, como bien apreciara Aristóteles.

En la Edad Media la risa es considerada perjudicial y ajena a los evangelios, en los que no se menciona que Jesús haya reído.

Durante la Ilustración francesa la risa comienza su proceso de desestigmatización. Voltaire afirma que el hombre es el único animal que ríe, al que la alegría hace reír, no así los grandes placeres.

Para Spinoza la risa es un bien deseable y resulta benéfica para el cuerpo y el espíritu.

Kierkegaard en el siglo XIX mantiene que reímos ante el absurdo o ante incongruencias inofensivas. Para Nietzsche reírnos de todas las tragedias cotidianas de la vida o ante el absurdo de un mundo difícil e imperfecto viene a ser la expresión de su poder catárquico. Ya en el siglo XX Bergson entiende que sólo la falta de empatía o compasión nos permitiría reír. Para Freud tanto los sueños como los chistes distorsionan la realidad y vienen a chocar contra el sentido común.

¿Es la risa y el humor algo exclusivamente humano?laugh-98459_960_720

¿Tienen algún poder curativo? Parece que el estado anímico del enfermo influye en su recuperación.

¿Pueden resultar algo subversivo o socialmente peligroso?

¿Se aprenden?

Investiguemos juntos un tema tan serio como este…

Podéis encontrar nuestra reflexión aquí.

Y la bibliografía recomendada

Azucena Crespo Díaz

Acerca de la Octava sesión

La nada

«Hoy traigo nada«. Esta es nuestra propuesta para la sesión de hoy.

Esta iniciativa da ocasión para que afloren diversos comentarios, que bien podemos relacionar con el tema que nos ocupa:

Entonces, ¿nos vamos?. Parece que queremos irnos ante tal propuesta… ¿huimos de la nada? ¿Por qué?

Podría entenderse este planteamiento como espacio para abordar cualquier tema que quisiera escoger el grupo.

¿Se relaciona la nada con la libertad? ¿En qué sentido?

Esta propuesta puede considerarse como pura arbitrariedad por parte de la persona que facilita este taller. ¿Es la nada sinónimo de caos?.

Podemos interpretar la sugerencia como falta de planificación sobre el tema de diálogo de hoy ¿se identifica la nada con el vacío?nada

Si nos aventuramos a pensar la nada como contenido de nuestra investigación filosófica ¿podemos acaso tener como objeto de pensamiento la nada? Parece que pensar es pensar en algo

¿Es la nada sólo una palabra, una abstracción negativa?  ¿Es una vivencia? ¿Hay experiencias de la nada?

¿Cómo se relaciona la nada con la finitud? ¿Alude la nada a la ausencia de sentido de la experiencia vital?

Éstas son las cuestiones que abordamos en nuestro encuentro y que podréis encontrar en el resumen de la sesión.

También podéis acceder ya a la bibliografía aquí.

Azucena Crespo Díaz