¿Es la muerte un mal? Platón, en los orígenes de la cultura occidental, concibe la muerte como un bien, en el sentido en que nos libera de la prisión del cuerpo y sus ataduras. Filosofar es aprender a morir, como ejercitación previa que atiende únicamente a los aspectos racionales y no sensibles.
La tradición católica medieval, especialmente con Santo Tomás de Aquino, entiende que tras la muerte halla la persona justa el supremo bien: la visión beatífica de Dios. Durante la Semana Santa asistimos a la celebración de la resurrección, ¿podemos acaso celebrar la muerte?
¿Por qué nos da miedo la muerte?, ¿por qué temer lo desconocido? Epicuro nos invita con sus reflexiones a no temer a la muerte.
Nuestra concepción de la muerte ¿varía según el contexto geográfico o histórico que consideremos?
¿Qué nos arrebata la muerte?
¿Es injusto morirse?
¿Podemos acaso aceptar la propia muerte?, parece que mientras estamos vivos nos sentimos eternos.
¿Por qué nos cuesta tanto soltar, dejar marchar -a los demás o la propia vida-? ¿Es ese apego un acto de amor verdaderamente?
La concepción que tenemos de la muerte ¿determina en algo o condiciona nuestro modo de vivir?
¿Hay más de una muerte?
¿Conviene aprender a morir? ¿Es esto posible, enseñable? Para algunos filósofos la idea de prepararse para la muerte no tiene sentido, lo que habría es que aprender a vivir.
El resumen de la sesión nos ayuda a reflexionar sobre estas cuestiones.
Y para aprender un poco más tenemos la bibliografía.
Azucena Crespo Díaz