La creatividad supone la habilidad de mirar lo dado desde nuevas y diversas perspectivas. El pensamiento fluye generando nuevas ideas, se establecen nuevas conexiones y relaciones entre ellas, reordenando el conjunto en inusitadas configuraciones mentales. Se potencia la flexibilidad y se abandona toda rigidez del pensamiento. La expresión de la singularidad se manifiesta en creaciones originales.
El arte tiene valor cognoscitivo, el espectador entra en diálogo con la obra re-produciendo nuevos signos y otorgando sentido, al tiempo que nos permite asomarnos a la perplejidad de la propia creación estética.
Pasamos de la sensación a la reflexión. La experiencia estética está cargada de significado porque nos habla del mundo y de nosotros mismos. Liberamos nuestra mirada del atomatismo cotidiano.
Analizamos cómo cada persona recibe e interpreta los estímulos recibidos, que no pueden desligarse de la propia comunidad social y cultural en la que nos hallamos inmersos.
Intensificar las sensaciones, ampliar nuestra capacidad creativa a partir del encuentro con estas nuevas experiencias facilitadas por el arte tiene como objetivo contribuir a educar nuestra sensibilidad.
Confío en que disfrutéis de este ejercicio de creatividad del pensamiento.
Azucena Crespo Díaz