La última sesión del Taller de Pensamiento Filosófico leemos un texto con fragmentos del libro «Tiempo de cuidados» de Victoria Camps. En esta sesión no formulamos preguntas, el diálogo va fluyendo con las aportaciones de los participantes sobre aquello que les ha llamado la atención. Todos coincidimos en la importancia del cuidado y en cómo la sociedad actual, cada vez más individualista, no facilita la conciliación necesaria para que podamos cuidar y ser cuidados. El avance de las nuevas tecnologías parece que ha perjudicado el tema de los cuidados, en algunos aspectos científicos es positivo, pero a nivel humano lo que ha conseguido es distanciarnos, tenemos más conexión pero menos comunicación. Vemos que en países como Japón la soledad, fruto del aislamiento y una concepción de la vida como trabajo, ha llevado a la población a buscar el «cuidado» o la compañía en robots. Esto, que podría parecernos ciencia ficción, es una realidad. En lugar fomentar estructuras que apoyen una sociedad justa y una división del trabajo equitativa, se invierte en robots que suplantan a personas, evidentemente no en todo, pero se llega a pretender que en un futuro no lejano tengan «emociones»…
Relacionado con el tema de la tecnología y el intento de alargar la vida humana a toda costa, Azucena nos habla de la corriente filosófica del Transhumanismo, que ya ha salido mencionada en otras sesiones y que esperamos poder conocer y debatir más ampliamente próximamente.
Resaltamos la importancia de educar en el cuidado, de enseñar desde pequeños que el cuidado es una obligación más, igual que es un derecho. Parece que cada vez cuesta más responsabilizarse, no sólo porque es complicado en muchos aspectos poder hacerlo, si no porque muchos no quieren, hay muchísima gente con poca empatía, y esto se puede fomentar desde la infancia (pero parece que con las nuevas generaciones se hace lo contrario).
El cuidado no es sólo necesario en la infancia o la vejez, tendemos a identificar los cuidados con los periodos de la vida en que somos más dependientes o requerimos una atención especial, pero a lo largo de toda la vida es importante sentirse cuidado, desde un saludo, una conversación…
Impersonalizar las relaciones es algo que hacen los totalitarismos, es un mecanismo opresivo.
Victoria Camps señala que los cuidados son un derecho y también un deber, pero se necesitan mecanismos por parte de las instituciones que permitan -entre otras cosas- el tiempo para ejercerlo. El cuidado es tiempo, eso es lo que tenemos que exigir, tiempo y tiempo pagado.
Una participante apunta el curioso dato de que justo cuando la mujer ha decidido plantarse y dejar de cuidar o exigir una compensación, entonces parece que es cuando «necesitamos» robots y otros mecanismos que en realidad no sustituyen esa labor pero en los que se invierte un dinero y unas estructuras que podrían dedicarse a mejorar las condiciones sociales humanas para facilitar el cuidado pero parece que en lugar de eso se apuesta por la ciencia y la tecnología como solución.
Comentamos que la sociedad actual contribuye a que las necesidades emocionales no atendidas se cronifiquen y a la larga lo que ocurre es que se transforman en enfermedades mentales.
Al ser la última sesión del curso también dedicamos un rato a una pequeña evaluación, aquellas cosas que nos han gustado más, menos, propuestas de mejora, sugerencias… Nos despedimos con ganas de continuar.
Algunos artículos interesantes relacionados con el cuidado desde un punto de vista filosófico:
¿Es el cuidado algo revolucionario?
Bibliografía:
- Los cuidados : saberes y experiencias para cuidar los barrios que habitamos. V.V.A.A. Libros en acción.
- El Manifiesto de los cuidados. Sáez, Javier. Bellaterra ed.
- La revolución de los cuidados. Llopis, María. Txalaparta ed.
- Tiempo de cuidados. Camps, Victoria. Arpa ed.
- Filosofía del cuidado. Groys, Boris. Caja Negra ed.