«Cierta vez que Anaxarco cayó en un pantano, Pirrón siguió su camino sin socorrerlo. Mientras algunos lo censuraban por su conducta, el propio Anaxarco lo elogió por su indiferencia y falta de afecto»
Anécdota recogida por Diógenes Laercio en Vidas de los filósofos ilustres.
Imaginemos la escena: Pirrón camina por un dique estrecho; su amigo resbala y cae hundiéndose en una ciénaga. Este pide auxilio; Pirrón, imperturbable, sigue su camino. Anaxarco, a fuerza de luchar, vuelve a ponerse en pie, y al alcanzar a su compañero, lo alaba, al contrario de lo esperable, por su demostración de amistad.
En este relato todo es simbólico: el dique, construido por los hombres, pero resbaloso y frágil; el pantano, que amenaza y traga; la lucha por la supervivencia, que el individuo debe librar solo; los llamados de auxilio, inevitables e inútiles; la gratitud de quien, aun en peligro de muerte, siente que el maestro o el amigo, pese a las apariencias, no dejó de cuidar de él y de instruirlo; la valoración de la causalidad interna que hace del individuo el artífice de su salvación y el autor de su ser; la gratitud que se profesan los solitarios que renunciaron a la ilusión de la salvación colectiva.
Experiencia escéptica, que expone al «yo» al fuego no solo de la duda, sino de la absoluta soledad.
Este texto marcó profundamente a Pascal, donde encontró una combinación de las actitudes crítica y mística.
Ya está disponible el resumen de la sesión.
¡Animaos a consultar la bibliografía!
Azucena Crespo Díaz
Excelente sesión filosófica, muy interesante el tema, las opiniones y los comentarios. La verdad es que vuestros debates son altamente pedagógicos y útiles para los que no podemos asistir. Gracias por compartir las sesiones.
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Gracias por leernos y expresar tu opinión, Rosa. Nos alegra que te resulten útiles los resúmenes de las sesiones, la intención es que podáis seguirnos y participar. Un saludo
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